SUEÑOS.
- Aceituna Negra
- 20 jul 2020
- 3 Min. de lectura
El otro día estaba conversando a la hora de comer, me estaban contando una historia de un amigo mío que tenía un profesor en la universidad, que su discurso para poner a sus alumnos bajo regla era que si habían escogido una carrera para toda su vida y no eran buenos en ella serían fracasados para toda la vida.
Al principio me saqué de onda pensando “qué onda con el profesor, para qué nada más asusta a sus alumnos” y obvio se lo decía a mi amigo que en ese momento le ganaba más la fiesta que la universidad, primer semestre #vidanormal.
Más tarde, terminando la conversación y pensando un poco en eso, me metí a instagram y vi el típico post de “Follow your dreams” … y dije ok… maybe el profesor no estaba tan alejado de lo que nos enseñan, maybe sí tenemos que ser exitosos en la única cosa que escogeremos para serlo.
Te invitamos a soñar algo para ser, pero sólo parece que tienes que escoger uno, un sueño que te definirá para toda la vida, en nuestra sociedad puede ser la carrera (la universidad) quieres ser abogado, perfecto, entonces eso es lo que serás para toda la vida. No quieres estudiar ok, ¿quieres ser mamá? Ok, eso será lo único que serás. ¿Quieres ser dueño de un negocio? Perfecto, eso serás para toda la vida.
Yo cuando salí de la prepa, sí tenía un sueño, pero no estaba totalmente segura porque no quería meterme a una carrera y luego salirme o no saber qué era lo que yo quería ser, muchos de mis compañeros eran súper afortunados porque supieron exactamente qué era lo que querían hacer, yo quería seguir mis sueños pero ¿sólo puedo escoger uno? Y si ya no me gusta, ¿puedo entonces cambiar?.
Me aventé a seguir mi sueño y yo quería especialmente cumplirlo en una universidad, estaba totalmente segura, según yo; que eso me definiría para toda la vida.
Fui a hacer examen y no me aceptaron, entonces caí en el triste vacío (súper dramática, pero ya les platiqué que lo soy, entonces hay confianza) en que tenía el sueño, pero el sueño no me quería a mí, y que ya mi vida no tenía rumbo, porque si ese sueño ya no era, no tenía un plan B, y entendí por qué mucha gente ni siquiera se atreve a soñar porque el fracaso es densísimo, me cambió.
Huí muchísimo de mi sueño porque yo ya no quería tenerlo, pero por más de mil vueltas que le di, y por mucho que intenté cambiarlo estaba ahí. Hasta se volvió como vapor de agua, que casi no se ve, pero es caliente, entonces indudablemente sabes que está ahí.
Finalmente por mucho que yo le huí, ya no había manera de esconderlo.
Lo enfrenté y esta vez sí me aceptaron, y pum, se cumplió el primer paso de mi sueño pero finalmente estaba encaminada ahí y mi vida según yo tenía un sentido y ya de ahí sería “pan comido”.
Los sueños ya que los empiezas, nos hacen creer que son como las películas de los niños, que se terminan con un “y vivieron felices para siempre”, y pues no verdad, el amor, los sueños, la vida, es una chinga constante y unos cambios que puede que tú decidas pero también que no estén en tus manos (#pandemia).
Ninguna cosa en esta vida que valga la pena funciona como una varita mágica o es como las píldoras que te quieren vender para adelgazar, que te tomas una y eres delgado para siempre – es tristísimo que no funcionen, ya sé-.
Pero cuando sucede, que ya que estás viviendo tu sueño, resulta que a lo mejor no es lo que esperabas o involucra mucho más de lo que tú imaginabas, pero no le puedes contar a nadie porque ¿Para qué entonces dices que quieres eso y luego no lo quieres?.
Deberíamos de normalizar que nos cansen los sueños, que queramos cambiar y aplaudir aunque el sueño al final se tuvo que terminar, el abrazar el “fracaso” porque aunque te digan que el fracaso no se juzga, sí se hace.
Si eres de las personas que tiene un sueño, está increíble, persíguelo hasta más no poder y disfruta mucho lo que vives porque eres muy afortunado de estar seguro de lo que quieres.
Y para los que somos muchas cosas y queremos soñar mucho, está bien, creo que podemos ser mil cosas y que con ganas de hacer las cosas, podemos llegar a tener muchos sueños, mucha paz, mucho éxito, dejar fluir, aceptar quienes somos, a dónde vamos y también cambiar, “toda la vida” es demasiado tiempo. Y sólo es una vida, soñemos mucho más
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