Volver.

Oigan. Pues ya volví. La verdad es que tenía muchísimas dudas de regresar a escribir en el blog, tenía muchos peros al respecto, pero aquí estoy otra vez, recordándome que es algo que quería hacer y miedos siempre hay.

Les quiero ser bien honesta, y creo que siento que ni siquiera platiqué con ustedes de por qué nace mi deseo de hacer un blog y una parte de mi siente que estuvo muy agresivo el primer texto, que aunque es muy honesto de cómo me sentía en ese momento estaba muy molesta con todo. Sin embargo, siento, que para iniciar una conversación siempre es necesario una presentación y me faltó ese momento con ustedes.

La verdad es que siempre me ha gustado escribir, me gustaba mucho imaginar historias. Siempre tuve diarios, claro que fue por moda yo creo que muchísimas teníamos diarios.

Mi papá tenía uno, y se me hacía padrísimo, de ahí también me robé la idea, él además de escribir dibujaba; pequeños comics para hacer escenitas, eso sino le pude copiar porque nunca aprendí a dibujar. A veces tiene su momento de ojearlos y nos manda uno que otro a mi hermana y a mi de las conversaciones que teníamos cuando éramos pequeñas.

Luego llegué a escribir cuentos que le enseñaba a mi abuela y a mi papá y en realidad a cualquiera que se dejara. Sobre historias fantásticas, me acuerdo de uno en especial de una niña que tenía que completar misiones, buscar cartas y luchar contra monstruos (veía Sakura, claro). Los escribía con mis plumas de gel de colores, muy de moda también, de esas que tenían brillitos y algunas olían disque a fresa.

Mi abuela siempre ha tenido el deseo de que yo me dedicara a escribir, y siempre quiso que tomara un curso de letras. Evidentemente pueden ver que por mi mal acomodo de texto y mi mala ortografía claro que jamás pasé por ningún curso de esos, me hubiera servido bien seguir el consejo- como muchos otros que me ha dado-.

Crecí y el escribir siempre fue de las talentos que en otras personas me llamaron la atención, poder transmitirle un pensamiento a alguien, que se imaginara una imagen, llorara con un personaje, etc. Me parecen de los talentos más bonitos. Así que un blog, me parecía una manera de practicarlo informalmente, compartir historias, pensamientos, etc. Informales, casuales.

Dejé el blog un tiempo, porqué la verdad no estaba segura de que valiera la pena hacerlo “para qué” sentía que tenía que ser profunda y filósofa en mis textos, para que valiera la pena leerlos y compartirlos, pero la verdad es que no sepa mucho de eso, pero me gusta escribir, de eso puedo estar segura aunque de muchas otras cosas no esté.

Es una característica mía; no estar segura. Tener miedo y pensar demasiado las cosas.

Pero el otro día estaba en el carro de una amiga, platicando, y no sé si me dijo una frase de ella, o de alguien más, pero me resonó muchísimo … “el miedo es falta de fe en uno mismo”.

Entonces aquí estoy, nuevamente con miedos y pretextos para dejar el blog, pero creo que me gana más el compartirme con ustedes, y hacer las cosas que quiero hacer por mí, más por mí que otra cosa.

Así que disculparán mi mala ortografía, mi inconstancia, pero espero que quieran platicar conmigo y leerme, como yo quiero escribir.

Igual, para ti, si es que tienes alguna idea, vas, sin miedo. Parecerá que los quiero convencer de algo que yo ni me puedo convencer a mi misma, pero si les sirve el apoyo. Aquí estamos; echándonos porras.